Hoy os dejamos en La Gran Travesía la primera parte del especial dedicado a KISS. Con motivo del 50 aniversario de la formación de la banda y preparándonos para la actuación que darán en la segunda edición del Rock Imperium Festival de Cartagena (único concierto que darán en España, el próximo domingo 25 de junio , igual que Deep Purple, sábado 24), hoy recuperamos gran parte de su Historia. Aquí podéis comprar las entradas en Madness Live https://www.rockimperiumfestival.es/es/entradas/
En la amplia historia del rock, pocas bandas han dejado una impresión tan duradera y un legado tan icónico como KISS. Con su estética teatral, sus elaborados disfraces y su música llena de energía, KISS se convirtió en un fenómeno cultural y en una de las bandas más influyentes de todos los tiempos dentro del hard rock.
La historia de KISS comienza en la bulliciosa ciudad de Nueva York a principios de los años 70. Gene Simmons y Paul Stanley, dos músicos con talento y ambiciosos, se unieron para formar una banda que rompería con los moldes establecidos. Pronto reclutaron al guitarrista Ace Frehley y al batería Peter Criss, y así se completó la formación original del grupo. Juntos, estos cuatro músicos crearon un sonido único y un estilo escénico que se convertiría en su distintivo sello.
En 1973, KISS firmó con Casablanca Records, una discográfica independiente que creyó en su visión y les dio libertad creativa. Fue en Casablanca donde la formación encontró un hogar y la plataforma necesaria para lanzar su carrera al estrellato. Su álbum debut homónimo, lanzado en 1974, fue solo el comienzo de su ascenso meteórico.
La etapa de éxito de la banda en los años 70 fue marcada por una serie de álbumes que se convirtieron en clásicos del rock. Destroyer (1976) y Rock and Roll Over (1976) solidificaron su lugar en la historia del rock. Estos álbumes presentaban himnos como Detroit Rock City, Beth, Shout It Out Loud y I Want You, que se convirtieron en himnos del rock y catapultaron a la banda a la fama mundial.
Sin embargo, el éxito de KISS no se limitaba sólo a su música. El grupo fue pionero en la técnica del marketing en la industria musical. Desde el principio, entendieron el valor de la imagen y crearon personajes distintivos con maquillaje y disfraces elaborados. Gene Simmons se convirtió en «The Demon», Paul Stanley en «The Starchild», Ace Frehley en «The Spaceman» y Peter Criss en «The Catman». Esta estética teatral y llamativa se convirtió en su principal imagen durante muchos años y en una parte esencial de su atractivo para los fanáticos.
KISS también fue innovador en su enfoque de promoción. Su logotipo, un diseño simple pero audaz con las letras KISS en mayúsculas y con rayos, se convirtió en un símbolo reconocido en todo el mundo. Además, la banda lanzó una variedad de productos relacionados, desde muñecos y cómics hasta maquillaje y álbumes en vivo. Esta estrategia de merchandising ayudó a construir una marca sólida y a expandir su base de seguidores.
Además de su álbum debut homónimo, Destroyer es considerado un hito en su discografía, con canciones como Detroit Rock City y Beth. Otro álbum destacado es Love Gun (1977), que contiene himnos como I Stole Your Love y Love Gun. También es importante mencionar Alive! (1975), un álbum en vivo que capturaba la energía y la intensidad de sus actuaciones en directo.
En cuanto a sus mejores canciones, KISS tiene un repertorio impresionante. Además de los mencionados anteriormente, otras canciones icónicas incluyen Rock and Roll All Nite, Strutter, Black Diamond y God of Thunder. Estas canciones se han convertido en himnos clásicos y en favoritas de los fanáticos en todo el mundo.
Antes de embarcarse en la grabación de Destroyer, KISS realizó una gira conjunta con otro ícono del rock, Alice Cooper. Esta gira fue un momento crucial para la banda, ya que les permitió perfeccionar sus actuaciones en vivo y forjar su reputación como una de las bandas de rock en directo de mayor éxito del momento. La energía desbordante y el espectáculo teatral de KISS se fusionaron con la oscuridad y el ingenio de Alice Cooper, creando una experiencia única para los fanáticos del rock.
El álbum Destroyer se grabó en 1975 y principios de 1976, y se lanzó en marzo de 1976. Para este proyecto, KISS trabajó con el aclamado productor Bob Ezrin, conocido por su trabajo con bandas como Alice Cooper y Pink Floyd. La colaboración entre KISS y Ezrin fue una combinación perfecta, ya que Ezrin ayudó a pulir el sonido de la banda y a elevarlo a nuevas alturas creativas.
Destroyer se grabó en varios estudios, incluyendo los Electric Lady Studios en Nueva York y los Record Plant Studios en Los Ángeles. Durante el proceso de grabación, KISS y Bob Ezrin experimentaron con diferentes técnicas de producción, incorporando orquestaciones y coros para ampliar el sonido de la banda. Esta fusión de elementos clásicos y rockeros se convirtió en una característica distintiva del álbum.
«Destroyer» llegó en un momento de efervescencia musical en la década de 1970. El rock estaba experimentando una evolución constante, con bandas como Led Zeppelin, Black Sabbath y Deep Purple liderando el camino. KISS destacó por su estilo teatral y su enfoque en el entretenimiento, capturando la atención de un público sediento de experiencias visuales intensas.