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30 años sin Freddie Mercury. The Show Must Go On.

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30 años sin Freddie Mercury. The Show Must Go On.

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La Gran Travesía
30 años sin Freddie Mercury. The Show Must Go On.
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Sería un domingo 24 de noviembre de 1991, hace justo 30 años. La noticia saltaba por los aires solo 24 horas después de que Freddie Mercury anunciara con un comunicado oficial que padecía el VIH. El músico moría… la leyenda nacía.

La noticía caía como un jarro de agua fría entre sus seguidores, a pesar de que el músico llevaba casi 4 años de lucha contra el VIH, desde que se lo diagnosticaron a finales de 1987. En esos últimos 4 años grabarían y publicarían dos discos. El primero de ellos con el elocuente título de The Miracle. el milagro, en 1989, ya que pensaban que no iban a poder completarlo por la gravedad de la enfermedad del cantante.

Y el segundo, Innuendo en 1991, cuyo proceso de grabación fue muy singular, y muy accidentado, como es lógico. Con un Freddie Mercury sacando fuerzas de donde no las tenía, para abandonar su mansión, Garden Lodge en Earls Court, Londres… en la que vivía recluido alejado de los focos mediáticos, y donde había estado prácticamente los dos últimos años de vida con enormes cuidados médicos.

Su enfermedad en esos dos años había avanzado tanto, que los dolores físicos eran enormes. Había perdido mucho peso, le habían tenido que amputar incluso un pie, y su visión se había deteriorado mucho. Un hombre que dio su último aliento por el rock and roll.

Alejado de dramatismos quiso afrontar sus últimos días como realmente le gustaba, componiendo y cantando, y agrandando su figura.

The show must go on. El espectáculo debe continuar, con una letra tan positiva y vitalista, como desgarrada. La grabaría de una sola toma tras sentirse “molesto” con sus colegas de grupo, cuando le sugirieron que las partes agudas las grabara el batería Roger Taylor. El dijo que no. Se tomó un chupito de vodka, y se lanzó a ella. Un tema que sigue estremeciendo 30 años después.

Hoy en La Gran Travesía, con motivo del 30 aniversario de la muerte de Freddie Mercury nos vamos a centrar en Queen, y en sus años que van desde principios de los 80 hasta 1991, año de su muerte.

Queríamos recordaros que también tenéis dos especiales dedicados a sus inicios y a la década de los años 70…por si queréis recuperarlos… En este enlace la primera parte y aquí tenéis la segunda

La década de los 80 se abría de manera inmejorable a nivel de éxitos para el grupo. El 23 de febrero llegaban por primera vez al nº 1 en EEUU con su tema de clara influencia rockabilly “Crazy little thing called love”, tema escrito por Mercury en Munich.

También llegarían a lo más alto de las listas en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, México y Holanda. Todo un gran éxito que supieron rentabilizar al máximo. Posteriormente publicarían varios singles, Save me y Play the game, con un esquema 100% Queen. Buenas melodías y voces, cambios potentes, y por primera vez empiezan a introducir el uso del sintetizador, tal vez adaptándose a los nuevas tecnologías, y por supuesto, a la nueva década que acababa de entrar.

Un trabajo más acertado que su anterior producción de estudio, Jazz, pero que no dejaba de ser una sencilla colección de singles independientes, en vez de un todo más homogéneo. Esa sería la tónica hasta 1991.

Pero desde luego, como colección de singles, todavía tendrían mucho que aportar con cortes como Sail Away Sweet Sister (canción muy sencilla y delicada, interpretada y cantada por Brian May), Need Your Loving Tonight (excelente power pop compuesto por John Deacon), Dragon Attack o Rock it, que aunque no fueron estrictamente singles, sí que dotaban al disco de gran fuerza y melodía.

Mención especial, una vez más, a otro número 1, Another one bites the dust, esta vez compuesta por John Deacon. Un tema compuesto bajo la gran influencia Funk del grupo Chic, que casualmente estaban grabando en unos estudios muy cercanos a donde trabajaba Queen. Casi 7 millones de copias vendidas de este single lo convirtieron en su canción más vendida que llegaría a ser nº 1 de nuevo en EEUU, Canadá, Argentina, Guatemala… e incluso España.


En un día desgraciadamente marcado por la tragedia del asesinato de John Lennon, el 8 de diciembre de 1980, Queen publicaban su peor disco, sin ninguna duda. Su aportación a esa película llamada Flash Gordon fue acorde a lo que había en el LP. Tan solo dos canciones destacables, Flash y The Hero, en un disco realmente para el olvido. Lo demás no dejan de ser momentos de la película musicados por los integrantes del grupo.

Antes de lanzar su multimillonario Greatest Hits en noviembre de 1981 (uno de los discos más vendidos de la Historia en UK), publicarían un nuevo single que sería otro grandísimo éxito a nivel mundial.

Y es que su única colaboración con David BowieUnder Pressure, fue magistral, una de las canciones definitivas de principios de los 80. La canción la grabarían en unos estudios que el grupo británico había adquirido en Montreux, Suiza, tras grabar allí parte de su disco Jazz en 1978.

Esta vez el tema llegó al número 1 en UK, Argentina y Holanda, convirtiéndose en un clásico instantáneo y en una canción fija en sus conciertos desde ese momento.
Los 5 músicos colaborarían definitivamente en la composición del éxito. Los 4 miembros de Queen, y David Bowie, y sería en verano de 1981 cuando invitarían a David Bowie a sus estudios en Suiza, donde el músico inglés ya había grabado también su LP Lodger.

Aprovechando el gran tirón que había tenido Under Pressure y un poco antes, Another One Bites The Dust, una especie de pastiche funky-dance-pop, parece ser que el manager que en ese momento tenía Freddie Mercury fue también uno de los artífices para que el grupo se acercara a esos sonidos, cajas de ritmo incluidas, con un resultado bastante flojo.

Estaba claro que no atravesaban artísticamente su mejor momento (Under Pressure sería la excepción), y el disco se resiente muchísimo con cortes como Body LanguageAction This DayLife is Real (fallido homenaje a Lennon), Calling All Girls o Cool Cat.

A pesar de ese mal momento, algunos de esos temas conseguían defenderlos muy bien en directo. Y es que cortes como DancerPut Out The FireStaying Power Back Chat, desprovistos de todo tipo de arreglos, sonaban más directos y poderosos en vivo.

A pesar de todo, Hot Space era un LP muy flojo del que se conseguirían resarcir en parte con su siguiente trabajo, The Works.

Tras tomarse casi un año sabático al margen del grupo (1983), los distintos integrantes se centraron en sus proyectos paralelos. Brian May trabajó con Eddie Van Halen en su proyecto llamado Star Fleet ProjectRoger Taylor empezaría a dar forma a su segundo disco en solitario, y Freddie Mercury haría lo propio con su Mr. Bad Guy, futuro debut que se publicaría finalmente en 1985.

Parece ser que fue por esta época, y durante su estancia en Munich, cuando su estilo de vida marcaría su fatal desenlace en 1991.

El disco The Works fue concebido como una sencilla colección de nuevos singles, y con un claro tema de la eterna disputa del Hombre vs. La Máquina. The Works sería publicado el 27 de febrero de 1984, en medio de un momento en el que no parecían encontrar la salida adecuada.

Sería, por cierto, la primera vez que se iban a grabar a unos estudios norteamericanos, concretamente a la ciudad de Los Angeles. Ante la disyuntiva de terminar por abrirse definitivamente camino entre las nuevas tecnologías y medios (sucumbiendo estrepitosamente a toda esa nueva moda), o volver a concebir sus discos de manera más personal, decidieron tirar por el camino de en medio. Con lo cual, el disco funciona a medias.

Temas muy recomendables como Hammer to Fall (gana muchísimo en directo, sobre todo la versión de Wembley 1986 donde Brian May se luce), o el tema Keep Passing The Open Windows (originalmente concebida para formar parte de una banda sonora que luego desestimaron). También estaban la memorable I Want to Break Free, un tema compuesto por John Deacon acompañado con un vídeo memorable en el que parodiaban a una famosa telenovela de la época “Coronation Street” y con un solo de sintetizador, algo bastante inusual en el grupo.

Fue este tema uno de los más recordados del grupo, todo un gran éxito a nivel mundial, y todo un himno símbolo de la lucha contra la opresión en muchos países, en especial Sudáfrica. Debido a su vídeo, en el cual los 4 integrantes aparecían disfrazados de mujeres, fue prohibida su rotación en muchos medios norteamericanos. Ese hecho haría que el grupo ni se planteara realizar gira por EEUU.

Otro gran éxito, éste compuesto por Roger Taylor, sería Radio Ga Ga, un tema con un sonido muy comercial, pero con una crítica bastante plana y evidente al mundo de la radio de esa época. Sólo funcionaba en directo, y más como acompañamiento coreográfico que otra cosa.

Tear It Up sería un intento por parte del guitarrista de volver a un sonido más crudo, sencillo y enérgico, pero desde luego que no funciona. Machines (tema de Taylor y May) o It´s a Hard Life tampoco logran elevar demasiado el listón.

En definitiva, un trabajo mejor que los 2 anteriores, pero aún así algo irregular. Man On The Prowl (nuevo acercamiento de Mercury al sonido de los años 50 con un sonido de piano muy en la línea de Jerry Lee Lewis) sería uno de los temas más destacados.

El año siguiente el grupo se lo pasó promocionando el LP en algunos de sus conciertos más recordados. En enero de 1985 participarían en la primera edición del Festival Rock in Rio, en Rio de Janeiro, Brasil. Allí actuarían delante de 250.000 personas en un festival que contaría también con la participación de grupos como AC/DCWhitesnakeRod StewartIron MaidenJames Taylor y Ozzy Osbourne entre otros.

En abril-mayo continuarían su gira por Australia, Nueva Zelanda y Japón. Y en verano de ese año llegaría otra fecha marcada con letras de oro en la Historia del grupo. El 13 de julio se celebraban dos conciertos simultáneos (con 5 horas de margen debido a la lógica diferencia horaria), uno en el Estadio J.F.K de Philadelphia, y el otro en el estadio londinense de Wembley.

La participación de Queen en ese otro festival del año, Live Aid, fue reconocida por unanimidad como la mejor de todo el festival organizado por Bob Geldof para paliar el hambre en Etiopía.

Los grupos apenas tocaban unos 20 minutos, debido al gran número de artistas invitados (U2Dire StraitsStingDavid BowieThe WhoDavid GilmourBrian Ferry… en Londres, y Joan BaezBlack SabbathBeach BoysSimple MindsMadonnaTom PettyEric ClaptonLed Zeppelin… en Philadelphia).

A las 7 de la tarde Queen saldrían a escena, y conseguirían lo que ningún grupo logró. Meterse a las 72.000 personas en el bolsillo en apenas 20 minutos de actuación. Todo eso, por supuesto, gracias al talento innato de uno de los mejores frontman de la Historia del Rock, Freddie Mercury. Wembley era su hábitat natural, y allí se movía como si hubiera nacido realmente para ello.

El éxito de dicho concierto consiguió juntar de nuevo a los 4 miembros en el estudio y que compusieran el potente tema One Vision, para la película Águila de Acero. Sin ninguna duda, lo mejor de esa olvidable película era el tema compuesto al unísono por el grupo, y con una letra que parece inspirada en ese reciente festival Live Aid, aunque con una parte que también hace referencia al famoso discurso de Martin Luther King de 1963. 

One Vision fue publicado como single en noviembre de 1985 y luego la incluirían en su nuevo trabajo, A kind Of Magic, otra aportación del grupo a una nueva banda sonora. Esta vez la película sí que estaba a la altura de sus temas. El argumento de la película, la banda sonora, las impactantes escenas, un secundario de lujo (Sean Connery). Highlander (Los Inmortales) sería todo un éxito de crítica y público, y un clásico del cine de los 80.

Unas cuantas canciones de A Kind Of Magic formarían parte de esa banda sonora, con un tema central que era una auténtica maravilla, Who wants to live forever, donde la formación se hace acompañar por toda una Orquesta Filarmónica. Una canción con un increscendo memorable que décadas después sigue poniendo los pelos de punta.

La cara b del álbum continúa de manera muy contundente con un tema 100% Brian MayGimme The Prize, seguramente una de sus canciones más duras, con un solo de guitarra magistral que evoca sonidos de gaitas escocesas tan propios de la película.

Pero es que además de esos temas más “ocultos”, antes estaba la cara A, la de los éxitos. Además de One Vision, compartían tal honor A Kind of magic (uno de los mayores éxitos del batería Roger Taylor), Friends Will Be Friends (típico corte compuesto con el piloto automático y que apuntaba a despedida momentánea), y dos temas muy interesantes, Pain is so close to pleasure (con un sonido que lograba aunar de manera mucho más acertada que en Hot Space estilos tan alejados del grupo como el disco-funk y el soul-pop de la Motown, con una gran línea de bajo de Deacon una vez más) y One year of love.

Tras una colosal gira europea con varias memorables actuaciones en Londres (Wembley el 11 y 12 de julio de 1986) y tras pasar también por España con tres actuaciones (Barcelona, Madrid y Marbella el 1, 3 y 5 de agosto), darían su último concierto en Knebworth Park ante casi 150.000 personas el 9 de agosto de 1986. Fue éste un concierto añadido a última hora, debido a la velocidad a la que se vendieron sus entradas para los conciertos de Wembley.

Ésa sería la última vez que los 4 integrantes originales del grupo se juntaran para dar un concierto. Y después… se volverían a tomar un respiro.
Tras ese descanso, en 1987 Freddie Mercury vería cumplido uno de sus sueños, cantar con Montserrat Caballé, y además, conseguir grabar un disco con el tema principal de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. El disco resultante sería publicado el 10 de octubre de 1988, y llevaría por título Barcelona, y como no podía ser de otra manera era un acercamiento a la Ópera más clásica, una de las grandes pasiones de Freddie Mercury.

Desde ese momento M. Caballé se convirtió en una de las mejores amigas y en un inestimable apoyo para el cantante británico, en un momento muy delicado y difícil para él, ya que ya le habían diagnosticado que era portador del virus VIH por aquella época. Muy posiblemente finales de 1987. Sin ninguna duda, éste fue el hecho que determinó que el grupo no realizara más giras, pero por otro lado inyectó en el cantante nuevas energías para seguir grabando todo el material posible.

Algo realmente admirable, y que por otro lado, además de permitirle compartir sus momentos con la gente que más le había arropado siempre, le mantenía la cabeza ocupada.

Fruto de esa situación nació The Miracle, que se empezó a grabar en enero de 1988 y cuyo periodo de grabación concluiría un año después. Es éste un disco extraño, irregular, fruto de una situación que todavía no estaba totalmente asimilada.

El disco funciona a ratos. Tiene muy buen sonido y algunos temas excelentes, pero el conjunto va un poco a la deriva. Por primera vez aparecían en todos los créditos los 4 integrantes de la banda, en un intento por mostrarse más unidos que nunca (la portada del disco es clara en ese sentido), quizás haciendo frente y solidarizándose con Freddie Mercury y su delicada situación.

Tres semanas antes de publicar este trabajo, lanzarían como single un tema llamado I Want It All, otro hard-rock marca de la casa, con una clara composición de Brian May, a pesar de estar los cuatro miembros acreditados en las labores compositivas. Fue un gran éxito que devolvió al grupo a la actualidad y a los primeros puestos de las listas.

The Miracle saldría por fin a la venta el 22 de mayo de 1989. El comienzo del disco es un tanto inusual. Dos temas muy cortos enlazados (apenas 2 minutos cada uno) descolocaban al oyente, y aunque los temas no están mal (Party Khashoggy´s Ship), quizás no era la mejor forma de abrir el disco del esperado regreso del grupo 3 años después.

Quizás los puntos fuertes de este regreso sean Scandal (una dura crítica a los medios de comunicación sensacionalistas británicos que estaban literalmente masacrando al grupo), The Miracle (otra buena colaboración entre Deacon y Mercury), Breakthru (un gran single, que realmente une dos temas independientes, con una introducción a capella que explota de manera abrupta en una línea de bajo magistral con la ayuda de un gran estribillo)…

Pero sobre todo ese tema compuesto básicamente por Mercury que cerraba el disco, Was it all Worth it, una de sus mejores composiciones, sin ningún tipo de duda.

Y es que sigue estremeciendo la letra autobiográfica del corte, ese toque tan optimista que habla de la formación de una banda y su desarrollo, los buenos y los malos momentos, preguntándose si “realmente merecía la pena” por todo lo que habían pasado.

WAS IT ALL WORTH IT 

¿qué me queda por hacer en esta vida?
¿logré todo lo que me había propuesto?
¿soy un hombre feliz, o estoy sobre arenas movedizas?
¿valió la pena? Sin duda.

Escuchad mi historia, dejad que os cuente.
Nos compramos una batería, yo tocaba mi propio instrumento
tocábamos en el circuito, nos creíamos perfectos.
¿valió la pena entregar mi corazón y mi alma
y quedarme despierto toda la noche?

¿valió la pena?
Vivir respirando rock and roll, una vida abandonada de Dios,
¿valió la pena? ¿todos estos años?


Poníamos todo nuestro dinero sin contar los gastos
No importaba si ganábamos, si perdíamos

Sí, éramos viciosos, Sí, podíamos ser demoledores
Sí, teníamos hambre, sí teníamos brillo
Servimos a un propósito, como un maldito circo
Fuimos tan finos, os amamos con locura
¿valió la pena? ¿ahora que se acabó toda la fiesta?

Fuimos a Bali, vimos a Dios y a Dalí,
tan místicos, surrealistas.
¿valió la pena entregar mi corazón y mi alma y quedarme despierto toda la noche?
¿valió la pena?

Vivir respirando rock and roll, esta lucha sin final,
Por supuesto que sí, mereció la pena!

Sabiendo el coste que finalmente tuvo, escuchar a Freddie Mercury terminar la canción con ese poderoso grito “Por supuesto, mereció la pena!”  sigue produciendo auténticos escalofríos. Sonaba a epitafio, ya que pensaban que ese iba a ser su último trabajo, pero las ganas y las fuerzas (cada vez menos) que aún le quedaban a Freddie Mercury, hizo que, tan sólo un mes después de terminar la grabación de The Miracle, continuaran grabando nuevas canciones para otro disco más. 

Innuendo sí sería el último, y lo terminarían de grabar en Noviembre de 1990. Cada vez le costaba más a Freddie Mercury poder valerse por sí mismo. Incluso los agudos dolores parece ser que le dificultaban mantenerse en pie de manera continua y tenía que estar constantemente medicándose.

Sabiendo que el final estaba cada vez más cerca, publicarían un single de adelanto que sería toda una joya, otra de las mejores composiciones de la banda británica, la canción que daría nombre a su nuevo disco, Innuendo, un corte muy en la línea de Led Zeppelin (la influencia de Kashmir es más que evidente) que alcanzó de nuevo el número 1 en UK.

La canción cuenta con una parte central maravillosa apoyada en un solo de guitarra española (interpretado por el guitarrista de Yes) al que luego da una excelente réplica Brian May. Un tema que trata de la imposibilidad del ser humano de vivir en armonía, un corte largo (más de 6 minutos y medio, sin estribillo, con distintas partes, al estilo Bohemian Rhapsody). Un tema superlativo.

A este single, le seguiría una composición extraña y oscura llamada I´m Going Slightly Mad, con un vídeo no menos extraño, donde ya aparecía un Freddie Mercury profundamente maquillado para ocultar lo que cada vez era más evidente. Un nuevo giro de tuerca al repertorio del grupo.

De nuevo todos los temas aparecían firmados por los cuatro componentes de Queen, aunque estaba claro que un tema como The Hitman era de Brian MayRide the wild wind de Roger Taylor (de nuevo asoma su pasión por los coches y la velocidad, en este gran tema de ritmo trepidante y acelerado),  All God´s people (uno de los mejores temas del disco, compuesto por Freddie Mercury, un corte de marcado carácter espiritual con influencias muy claras del Gospel)…

Y por último, estaba la inolvidable The Show Must Go On, donde una vez más Freddie Mercury volvía a bordarlo, cantando como los ángeles, en una poderosa y emotiva canción, optimista y llena de vitalidad, y que, desgraciadamente, esta vez sí, pondría punto y final a su carrera al frente de una de las formaciones más grandes de la Historia del Rock.

Está claro que algunos mueren para vivir eternamente en el recuerdo.

Como homenaje, los tres miembros restantes de la formación decidieron rendirle tributo de la mejor manera posible, en Wembley, el 20 de abril de 1992.

Con la colaboración de un montón de amigos invitados para la ocasión (MetallicaGeorge MichaelElton JohnDavid BowieGuns n´RosesRoger DaltreyTony IommyRobert PlantAnnie LennoxBob Geldof…interpretarían algunos temas propios e irían desgranando también temas del repertorio de la banda británica homenajeada junto con los otros tres miembros del grupo. El concierto, además de ser retransmitido en directo a nivel mundial, sirvió para recaudar fondos que irían destinados a la lucha contra el SIDA.

Ya, a modo póstumo, se lanzó un disco en 1995 llamado Made in Heaven. El título lo dice todo, y realmente serían algunas de las últimas canciones grabadas por el cantante, con los retoques y acabados pertinentes del resto del grupo. Destacan, además de Too Much Love Will Kill You, tema del guitarrista cantado aquí por Mercury, otro tema sublime, toda una declaración de principios, que desgraciadamente llegaría cuatro años tarde, Let me Live.

Una figura inimitable, ambiciosa, imperfecta, grande, polémica, excesiva, a veces ridícula, pero siempre maravillosa e inigualable. Una de las voces más poderosas y emotivas de la historia del rock, y que tan solo fue doblegada por la muerte, dejando un hueco que todavía nadie ha llenado 30 años después.

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